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Desde hace 8 años Fundación Emprender viene trabajando con un número importante de socios y socias de la Cámara Chilena de la Construcción para acompañarlos en sus procesos de madurez empresarial, pero desde una mirada colaborativa que ha logrado impactar de manera profunda y ver mucho más allá los éxitos y fracasos de sus modelos de negocios.
A través de espacios de conversación francos y abiertos en donde cada empresario y empresaria se siente con la libertad de manifestar sus inquietudes, conversar y reconocerse entre pares. Lo que en un comienzo se conoció como círculos empresariales que partió con pequeños grupos de trabajo, se extendió rápidamente a regiones generando comunidades que han logrado mantenerse en el tiempo. Había que establecer vínculos, volver a las raíces, aprender a escuchar y ser escuchados.
Rondaba un sentimiento de soledad, de querer expresarse en un ambiente de confianza. Algo que muy bien comprendió Fundación Emprender al liderar un acompañamiento que caló hondo en los socios y socias de una de las asociaciones gremiales más grandes del país.
“Pasamos de la asistencia a la participación. En reuniones donde uno va a escuchar, transitamos a reuniones donde la agenda es compartida y por lo tanto se produce la conversación, la participación y se genera la confianza. El radier de este edificio se comienza a solventar sobre una base de confianza, de conocimiento y de ahí viene todo el resto”, señala Alexis Hardessen, subgerente de la red nacional de la Cámara Chilena de la Construcción.
Escuela de líderes
Fue tal el efecto que generaron los ahora llamados Directorios Colaborativos de Fundación Emprender que muchos de los socios de la Cámara comenzaron a participar más activamente de la vida gremial y del quehacer interno de esta férrea institución.
Muchos de ellos, descubrieron en estas instancias de colaboración lo bien que podían sentirse dirigiendo grupos de trabajo y asumiendo cargos que nunca pensaron llegar a ocupar.
“Había socios que no participaban tan activamente en la vida gremial, pero se fueron involucrando más a través de los Directorios Colaborativo. Pasó a ser casi una escuela de líderes gremiales. Un alto porcentaje de los que han participado ocuparon posteriormente cargos gremiales, ya sea como presidentes de comités, grupos de trabajo, presidentes regionales, directores zonales, entre otros cargos”, agrega Hardessen.
Una opinión que comparte Francisco Gazmuri, gerente gremial en la Cámara Chilena de la Construcción para quien los directorios colaborativos han sido un aporte fundamental. “Hay muchos líderes actuales que están liderando y asumiendo responsabilidades en instancias gremiales como comisiones, comités, presidencias de cámaras regionales y que han sido formados y nacieron de alguna forma y se vieron fortalecidos en su gestión gremial desde los directorios colaborativos”, comenta.
Desde la Ciudad de Concepción, Nathalie Dubois, consejera nacional de la Cámara Chilena de la Construcción y presidenta nacional de la Comisión de Mujeres destaca el aumento que experimentó el número de mujeres en estos encuentros y de cómo se pasó de ser a socios pasivos a líderes de la organización. “Yo llegué a ser presidenta del comité inmobiliario y hoy día soy presidenta nacional de la primera comisión de mujeres al interior de la Cámara. Somos de la primera generación que pudimos desarrollar nuestro liderazgo y de ahí salieron muchos líderes referentes. Logramos ir más allá con foco bastante social y gremial porque todos de alguna u otra forma seguimos aportando a la Cámara”, afirma Dubois.