Única hija entre tres hombres. Dos abogados y un arquitecto. Ella, nutricionista. Jocelyn Pabst, llegó hace cuatro años a trabajar a la empresa de su padre, primero como vendedora, oportunidad que aprovechó para desarrollar habilidades comerciales que -según comenta- siempre las tuvo pero que nunca desarrolló. Hoy es gerenta de proyectos en Calefactores Pabst, una empresa que ofrece productos de bajo consumo eléctrico en la ciudad de Concepción. Una decisión de la cual no se arrepiente porque cree haberla tomado en el mejor de los momentos. “Se dio que él (mi padre) necesitaba una persona para proyectos y fue ahí cuando tomé la decisión de dejar de lado mi rubro y venirme para acá. era una necesidad para él y yo lo vi como una alternativa para seguir su legado”. Junto a su padre ha sido parte activa de los directorios colaborativos de Fundación Emprender, una experiencia que -admite- “ha sido fundamental en mi crecimiento personal”.
– ¿Cómo ha sido este cambio laboral para ti toda vez que vienes de un mundo completamente distinto?
Con muchos desafíos al principio. Siempre sentí que esta no era mi área, pero entré con ánimo de aprender. Me inicié como vendedora, atendiendo público y aprendiendo desde la base, orientando a los compradores sobre las características de nuestros productos. En el fondo aprendí en el día a día. Hoy estoy a cargo del personal y entre todos hacemos un poco de todo. Nunca me arrepentí. Siempre sentí que fue una buena decisión a pesar de asumir mayores responsabilidades.
– ¿Qué tiene de particular ser mujer y empresaria?
Las mujeres somos muy diferentes en muchas dimensiones y en lo personal mi padre me ha dejado un poco ser en esta empresa y darle mi toque a la compañía en distintos aspectos. La empresa ya no es la misma de hace cuatro años. Desde el momento en que me incorporé nos hemos modernizado en todo sentido. Trabajamos con una agencia para potenciar los atributos de la empresa en términos de imagen. Y eso se ha dado porque han creído en mí. Somos cuatro hermanos y yo soy la única mujer y para mi papá es un orgullo trabajar con su hija.
– ¿Qué desafíos tenemos las mujeres cuando pasamos a ser líderes de una empresa?
Uno de los desafíos es ser valorada. En mi caso debo decir que no me ha pasado porque mi papá confía mucho en mí y siempre hemos sido una familia que se potencia desde el amor, del crecimiento. No me ha tocado vivir desafíos tan complejos como el que quizás han debido enfrentar otras mujeres. Pero es muy importante que te tomen en cuenta, que escuchen tu voz, que tengas derecho a voto en las decisiones que se toman. Pero para nosotros como empresa es algo muy natural. Todas las decisiones las tomamos en conjunto. Se conversan. Trabajamos bien de la mano.
– ¿De qué manera Fundación Emprender te ha apoyado en tu rol como empresaria?
Yo entré al directorio por recomendación de otras personas que ya habían participado como Nathalie Dubois y Andrea Ossa que participa conmigo. Yo prácticamente no hablaba. Creo que los directorios colaborativos son un momento de mucha confianza que se genera en nuestro grupo y que me ha servido para desarrollarme completamente. Para mí hay un antes y un después.
– ¿Y cómo ha sido este apoyo entre pares?
Muy positivo porque tú conoces otras realidades de empresas y afiatas relaciones con los mismos socios. Este es un momento que te ayuda a hacer amigos. Dejas de comunicarte con una persona extraña que no conoces y pasas a comunicarte con una persona cercana y también te reciben de una manera totalmente diferente.
–– ¿Desde tu experiencia qué consejos les darías a las mujeres que están iniciando el camino del emprendimiento y que tienen una familia y deben conciliar ambos escenarios?
Yo las llamo a atreverse. Todo es posible. Uno tiene las capacidades. A veces las reprimimos. En mi caso se dio la posibilidad de asumir este nuevo desafío, pero hay personas que no tienen esa posibilidad y siguen su camino. Pero hay un tema que es atreverse. Uno se puede capacitar, apoyarse en otras personas para poder surgir. Todo se puede en esta vida lo que pasa es que uno se pone muchos límites.
– ¿Te ves a futuro liderando un proyecto propio?
De hecho, hoy día con mi marido estamos pensando en emprender y creo que es algo que tienes que hacer si tienes la posibilidad y una idea buena, debes desarrollarla. En este caso me gustaría hacerlo en paralelo con esta empresa familiar de la cual formo parte.